Si alguna vez te veo, y te pido sacarte una foto, no te preocupes ni tengas miedo. No busco nada, no quiero “robarte el alma”. Solo vi algo en vos que despertó en mí las ganas de capturar un momento, un recuerdo, una memoria. Quizás fue una mirada, un gesto, una forma. Quizás una situación. O tal vez fue como la luz y las sombras interactuaban con tu entorno, despertando tal vez un viejo recuerdo, algún sueño, una ilusión. Simplemente quizás fue la fuerza de una emoción, esos destellos inexplicables que quieren volverse imagen. Soy fotógrafo. Nada más que eso. De esas criaturas raras y curiosas que caminan el mundo recortando instantes, atrapando detalles, tratando de hablar - sin palabras, o con ellas - de un mundo interior que a veces no nos cabe en el pecho. Por eso, no tengas miedo ni dudas. Solo queremos robarle un trocito al tiempo. Y vos, en ese instante, formás parte de ese pequeño instante. Te volvés protagonista de un cuento, una mini historia: un poco tuya, un po...
Tan solo una serie de apuntes que me importan a mi y solo a veces...