Muchas veces actuamos incondicionalmente con personas que, quizás no dan ni la cuarta parte, de lo que nosotros ofrecemos. Brindamos dedicación, tiempo, energía... pero del otro lado solo se muestra indiferencia.
Y cuando finalmente lo haces notar, muy posiblemente nos terminaran diciendo: " Lo hiciste porque quisiste. Nadie te pidió nada...". Y duele, porque en parte, tienen razón.
Pero aquí está la lección: Ser generoso, atento, está bien; pero no a costa de nuestra propia paz. Aprender a dar nuestra energía a quienes realmente la valoran no es egoísmo, es amor propio. Es valorarnos...
No todos merecen tu mejor versión. Y está bien guardársela para quienes sí la aprecian.
MC
#ApuntesalMargen
#ReflexionesenOjotas
Comentarios
Publicar un comentario